marina
MEJORES AMIGAS
Recuerdo aquella mañana. Estábamos Natalia y yo
encima de una colina. Mientras esperamos a Daniela y Alexandra para desayunar
en mi casa e irnos al parque de atracciones, dijimos lo que queríamos ser de
mayores. Natalia quería ser directora de una empresa pionera de fantoches y yo
quería ser filóloga. Hablando, una débil luz nos impresiono. Era el crepúsculo
de la mañana. Nos quedamos embobadas de tal forma que no nos dimos cuenta de
que ya habían llegado. Decidieron darnos un susto, y lo hicieron de tal forma
que casi nos da un `` yuyu´´. Seguido fuimos a mi casa a desayunar, vimos una
peli para hacer tiempo y finalmente, mi padre nos llevó. Nos lo pasamos genial.
Allí nos contamos las comidillas de clase que nos sabíamos cada una.
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