Elma y Yaiza
Entre tu boca y mi boca,
el silencio provoca,
deja huir al sonido,
que descanse del ruido.
Cuando mi mente está en blanco,
se escucha el silencio
y cuando sale por mi boca
se transforma a palabras rotas.
El silencio y yo,
hicimos una carrera,
que mientras uno ganaba
el otro pensaba.
Yo de mayor ,
quiero ser como el silencio,
callado por fuera
y ruidoso por dentro.
Está muy bien...felicidades.
ResponderEliminarSegunda estrofa, segundo verso: transformarse en...